Bachelet se muestra "profundamente preocupada" por muerte de militar venezolano detenido
El capitán de marina retirado Rafael Acosta Arévalo desapareció el mismo día en que la Alta Comisionada para los DDHH de la ONU culminó su visita a Caracas para evaluar la crisis humanitaria que vive el país. El viernes, la expresidenta chilena deberá presentar su informe sobre la visita.
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La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se mostró hoy "profundamente preocupada" por la muerte bajo custodia en Venezuela del capitán de marina retirado Rafael Acosta Arévalo tras ser presuntamente torturado.
En comunicado emitido en Ginebra hoy la expresidenta chilena exhortó a las autoridades venezolanas a realizar una investigación "rápida, exhaustiva, eficaz, independiente, imparcial y transparente" para esclarecer las circunstancia del fallecimiento del funcionario castrense.
"Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Acosta Arévalo, y porque el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia puede haber sido la causa de su muerte. Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida, y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad. Urjo a las autoridades a llevar a cabo una profunda investigación –incluyendo una autopsia que siga los estándares internacionales- que sea independiente y transparente. Esto es esencial para arrojar luz no solo sobre lo que ocurrió con él, sino también para facilitar que se lleve ante a la justicia a los responsables de su muerte", dijo Bachelet.
Acosta fue detenido el mismo viernes 21 de junio en el que Bachelet culminó su visita a Caracas, donde se reunió con autoridades del régimen, el presidente interino Juan Guaidó y miembros de la sociedad civil, para evaluar la situación de derechos humanos en medio de la crisis humanitaria que vive el país.
El militar permaneció desaparecido por siete días y fue presentado el día antes de su muerte ante los tribunales con señales de tortura, según revelaron sus familiares y medios de comunicación locales. "Dado que su familia y sus abogados no fueron informados de su paradero a pesar de repetidas solicitudes, su caso también puede constituir una desaparición forzada, prohibida bajo la ley internacional", destacó el comunicado.
Acosta, junto a otros cuatro militares y dos exfuncionarios de seguridad, son acusados por el régimen de complotar para asesinar a Nicolás Maduro. Por ello, Bachelet pidió al Ejecutivo que se permita que los señalados reciban visitas de sus abogados y familiares, "que se aseguren que sean tratados con humanidad y dignidad, y que eviten que sufran torturas y otras formas de maltrato". "Se deben adoptar urgentemente medidas para prevenir la reincidencia de la tortura y otros malos tratos de personas bajo custodia del Estado", apuntó.
Este episodio podría endurecer el tono del informe que deberá presentar en cuatro días más Bachelet, sobre su más reciente visita a Venezuela.